La eficiencia energética es la relación entre los bienes y servicios producidos y el coste energético. Es decir, producir más con menos uso de energía. En el ámbito de una vivienda, la eficiencia energética se aplicaría en cómo conseguir el máximo confort gastando lo mínimo de electricidad y combustibles fósiles para mantener unos niveles adecuados de calefacción, refrigeración, ventilación, producción de agua...